6 de noviembre de 2013

Carta Abierta a Topor

Mi Odiado Topor:

Como de costumbre en estos dos años son pocas las veces que te dejas caer por zona mixta a hablar con la prensa (por móvil y whatsapp si que lo haces, sobre todo antes de los partidos), ayer si que lo hiciste, y no precisamente para defender a Cristiano de las burlas del presidente de la Fifa, ni para defender a tu club de los continuos ataques desde Barcelona (el último de Piqué el otro día), ni para criticar la penosa actuación arbitral en el último clásico (no vaya a ser que Xavi se enfade contigo), ¿para cuando unas palabritas sobre las declaraciones de Sanchez Arminio?. Tampoco para apoyar a tus compañeros Karim y Arbeloa de los silbidos del Piperío en el Bernabeu (¡ah claro! esos no porque son los que te defienden)... Ayer volviste a hablar y como la última vez fue sobre ti, para quejarte que juegas poco, que si jugaras con regularidad estarías mejor, que no crees que la rotación en la portería tenga que durar todo el año y que esperas jugar pronto...

Mi odiado Topor, menudo caradura que estás hecho. No tienes vergüenza ni la has conocido en tu vida.
Lo que tienes que hacer para estar mejor, no es el jugar con regularidad, ¡Es entrenar con regularidad! Llevas toda la vida en el Real Madrid, el club con los mejores recursos del mundo, los mejores técnicos, las mejores instalaciones, el mejor material, los mejores fisios y médicos (bueno, en lo de médicos quizás exagero) y llevo esperando desde el día de tu debut en San Mamés que mejores aunque sea un pelín en las salidas por alto. Sigues saliendo igual de mal y a destiempo que el primer día. ¿Para cuando una mejoría en el juego con los pies? No te pido que des un pase de 40 metros al compañero, pero por lo menos deja la pelota dentro del campo en posición de disputa... Ya todos sabemos que bajo palos eres el mejor portero del mundo, que tienes unos reflejos innatos, que eres capaz de despejar tiros con la mirada y que tienes una flor en el culo que ni Guardiola... Pero mi odiado Topor, eso no basta para jugar en el Madrid. Al igual que cuando estaba Cesar, hoy en día vuelves a tener competencia bajo palos con Diego López, esa competencia que tanta falta te ha hecho desde el día de tu debut y que tú y solamente tú has intentado evitar a toda costa. Se vive mejor sabiéndose uno que va a jugar titular todas las semanas sin apenas esfuerzo y sin tener que ir a Vadebebas en los días de entrenamientos voluntarios. ¡Que vaya el portero suplente! que es el que tiene que ganarse el puesto, claro hombre claro. Pues ahora eres tu el que tiene que ganarse el puesto e ir a entrenar voluntariamente junto con los chavales que suben del Castilla, y de paso dar ejemplo, como tiene que hacer un Capitán del Real Madrid. No se puede vivir eternamente del pasado, de las paradas en la final de Champions, del pie a Robben ni de los penaltis contra Italia. No odiado Topor, el pasado no juega, juega el presente y tu presente lamentablemente no es nada bueno.


A mi como aficionado al mejor club de la historia del fútbol no me representas. Un personaje que antepone su interés al del club que le ha formado como persona y futbolista, que es capaz de tirar por tierra a un compañero, a un entrenador, el mejor proyecto que el club ha tenido desde hace años... no te mereces llevar ni un segundo más el brazalete de capitán y ni mucho menos este glorioso escudo en el pecho. Topor, si tan harto estas de calentar banquillo, lucha por tu puesto con hechos, y empieza por defender a tu club y a tus compañeros y ya de paso dedícale diez minutos al día a golpear al balón y otros diez a salir por alto verás que el año que viene por estas fechas serás un portero más completo y ojalá algún equipo de otra liga o de esta mismo, me da igual, pueda disfrutar de tus paradas porque yo en el club de mi vida no te quiero.

Pudiste ser una leyenda y te irás siendo un traidor, ¡Topor ni olvido ni perdón!.


Sin más se despide @Juanito7ever, un tío que se va jodido a la cama sin cenar cuando pierde su equipo porque su "capitán" filtró la alineación de un clásico a sus amigos de la prensa.